“… A veces me olvido de ventilar y limpiar los cristales.
Cuando están sucios no entra luz”
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Alicia Kopf_ Modos de (no) entrar en casa
La vivienda transformada se sitúa en un bloque de residencial de Algorta, principal núcleo del municipio de Getxo, construido en los años setenta del siglo pasado en la época de mayor expansión del barrio con la afluencia de familias de clase media. Aunque se trata de una edificación sin rasgos distintivos especiales, algunas de sus características, la relacionan con la vivienda colectiva burguesa o de lujo desarrollada en el estado en la segunda mitad del siglo para una nueva burguesía, tanto en sus elementos comunes como en sus unidades habitacionales. Así la vivienda presentaba, antes de la intervención, una distribución de generosas dimensiones con dos accesos, principal y de servicio, y una parte noble ampliamente ventilada y profusamente iluminada con vistas al Abra, al puerto de Bilbao, que se diferenciaba claramente de la zona de servicio orientada hacía patio de manzana y de largos y oscuros pasillos distribuidores
idea generatriz y estrategia proyectual
La intervención debía transformar las cualidades arquitectónicas y habitacionales de la vivienda existente a fin de acomodarlas a los requerimientos, modos de habitar y dinámicas vitales, de las nuevas inquilinas, relacionadas personal y profesionalmente con el mundo del arte y la edición artística. Para ello se actúa en base a unas premisas y estrategias proyectuales muy marcadas:
Por un lado, como idea generatriz se plantea la casa como casa depósito o almacén de arte y libros. A modo de humilde o graciosa reinterpretación doméstica del concepto museístico del Schaulager – museo suizo concebido como almacén de obras de arte de la colección Emanuel Hoffmann, que combina las funciones de almacenamiento, estudio y exhibición de las obras de arte. Las actividades normalmente exclusivas de schauen y lagern, mirar y almacenar, se combinan en el concepto schaulager, que en esta intervención se adapta al ámbito doméstico, mediante la creación de un espacio que acoge las funciones habitacionales en un continuum cualificado y distribuido mediante mobiliario adaptado para el almacenamiento y exposición de la colección de las propietarias.
Por otro lado, la intervención se plantea como un palimpsesto arquitectónico o parcheado de la memoria, como estrategia estética y material ahorradora de recursos. Se llama palimpsesto -del griego antiguo «παλίμψηστονν», que significa «grabado nuevamente»- al manuscrito que todavía conserva huellas de otra escritura anterior en la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe. En arqueología un palimpsesto es un yacimiento que presenta mezcla de estratos, impidiendo a los arqueólogos saber cuál es el superior y cuál el inferior.
materialización de la idea y organización principal
Dada la forma de la vivienda existente, tanto en su contorno y disposición alargada, como en su distribución, resultaba imposible encajar la idea generatriz de proyecto, que se fundamenta en una distribución libre de la casa a modo de almacén de arte y libros –pequeña pinacoteca-museo doméstico- y que se debía formalizar en distintos sistemas de almacenaje que organizaran y cualificaran los distintos espacios, sin liberar el espacio existente. Por ello, a pesar de los fuertes condicionantes económicos de la intervención, se tomó la decisión de derribar toda la tabiquería existente a excepción de dos pequeñas particiones de la zona interior de la vivienda, y la tabiquería propia del baño principal. No obstante con el fin de contener el coste de la intervención no se modifica la ubicación de las zonas húmedas, dadas las complicaciones económicas y técnicas que surgirían en un hipotético traslado de las mismas, y desde un inicio el proyecto plantea la transformación estos espacios mediante modificaciones y acciones controladas.
En lo referente a la organización principal de la vivienda, se modifica el esquema anterior de zona de día y zona de noche – o zona noble y zona de servicio- así como con la organización de vivienda estructurada mediante largos y lúgubres pasillos distribuidores. Las áreas de dormitorios se llevan a los extremos de la vivienda, unidas a los aseos, liberando así el espacio central de la casa que se configura mediante la unión del estar, el estudio, el recibidor y la cocina y comedor. Esta concatenación abierta de espacios se convierte en la columna vertebral de la vivienda. De este modo se consigue un mejor aprovechamiento del espacio, ligando entre sí ámbitos antes inconexos y pobremente iluminados, que ahora se benefician de iluminación natural gracias a la apertura y la permeabilidad de la planta, recibiendo luz de las distintas orientaciones y logrando unos niveles de calidad espacial y de confort mayores, permitiendo a la vez una fácil e inmediata lectura de la distribución de la vivienda, sin renunciar a la posibilidad de generar ámbitos más íntimos, mediante diversos y sutiles mecanismos de compartimentación.
Un sistema de almacenaje y particiones móviles diseñado ex profeso para la vivienda articula las relaciones entre los distintos espacios, con el fin de lograr dar una respuesta a las diversas necesidades y usos que puedan surgir. Se fundamenta en varias modulaciones concretas: una primera modulación para las zonas más públicas de la casa, y una segunda para los armarios de los dormitorios, que toma como referencia la modulación estándar del sistema de armarios normalizado de una conocida casa sueca de mobiliario. Los objetivos principales de esta decisión son por un lado, la regularización estética y la optimización de recursos, permitiendo la utilización de elementos modulares de bajo costo en el interior de los armarios.
Partiendo de la zona más amplia y central de la vivienda, conformada como se ha indicado anteriormente por una concatenación de distintos espacios, una batería de estanterías y armarios modulares, cualifica los distintos ámbitos de uso. Así, en la zona del estudio y de trabajo, se dispone de unas estanterías de grandes dimensiones y un mueble con un escritorio incorporado, pero dejando a la vez suficiente espacio como para permitir la ubicación de otra gran mesa central. El objetivo de este espacio es que pueda usarse a modo de estudio fijo y a la vez como un gran comedor para celebraciones puntuales. La zona de la cocina se organiza alrededor de una zona de trabajo y la mesa IYI diseñada expresamente para la vivienda, con una batería de armarios al lado para acoger el grueso de almacenaje, aprovechando los antiguos espacios de distribución e incorporándolos al espacio de cocina.
En cuanto al ámbito ligado a la fachada principal que da a la calle Amezti, la relación entre el dormitorio principal y el salón se soluciona con un mueble distribuidor conformado por dos bandas de almacenaje que configuran un espacio intermedio a modo de vestidor que funciona también como colchón acústico para el dormitorio. La prolongación de este mismo sistema de almacenaje logra también dotar de privacidad al baño principal con respecto al estudio, al que se puede acceder bordeando la propia estantería, sirviendo al mismo tiempo también para articular un hall de acceso a la vivienda. Las particiones móviles y practicables, dobles puertas o puertas plegables, de esta zona de la casa hacen posible relaciones entre los espacios más abiertas o cerradas, en función de las necesidades de las propietarias. De este modo resulta posible la compartimentación como un único espacio de la habitación y el vestidor, si se requiere un uso conjunto; o también se puede organizar los espacios de una manera más libre, abriendo los elementos de compartimentación y permitiendo que estos se comuniquen sin barreras. Este sistema de compartimentación permite también situaciones intermedias, como por ejemplo, cerrando solamente la zona del dormitorio permitiendo así la salida a la terraza desde el salón.
Por último, cabe reseñar la distribución de los espacios ligados al dormitorio secundario y habitación de invitados, pensada también de modo que se pueda compartimentar en función del uso requerido en cada momento. En una situación cotidiana, todo el ámbito funciona de una manera unitaria como dormitorio, sala de juegos y estudio, dotado de distribuidor y espacio de almacenaje además de aseo. En esta situación la apertura o cierre de las particiones intermedias variará en función de la decisión del usuario principal, hijo de las propietarias. En cambio, dada la situación de tener que usar la sala de juegos como otro dormitorio más o como habitación de invitados, las particiones móviles pueden compartimentar esa parte del conjunto sin condicionar la organización del resto del ámbito. Esto es así, al ser posible de acceder al aseo tanto desde el dormitorio secundario como desde la habitación de invitados, por medio del espacio distribuidor y de almacenaje que en esta situación funcionaría como una unidad de uso intermedia.
condicionantes económicos como estrategia estética. palimpsesto y parcheado
La estrategia del palimpsesto, es decir de grabar nuevamente o construir de nuevo la vivienda sobre la huella de la anterior, mezclando unos estratos con otros se ha utilizado como estrategia proyectual para la consecución de dos objetivos muy distintos pero complementarios: la reutilización y el parcheado del rastro dejado por elementos anteriores consigue por un lado, economizar la intervención mediante la reutilización de los pavimentos y revestimientos existentes, a la vez que permite optimizar los recursos existentes y utilizarlos en los elementos de almacenaje y distribución que pueden así ser diseñados hasta maximizar su funcionalidad. Por otro lado se logra generar una marcada estética de proyecto, singular y propia que además apela a las preexistencias y a la memoria del lugar.
Los paramentos del continente incluido gran parte de los reutilizados y parcheados se han pintado de blanco, a fin de dar más luminosidad a la vivienda, a excepción de la estructura de hormigón que se descubre en parte por la necesidad de proceder a su revisión y reparación.
En lo referente a los nuevos materiales introducidos, se ha optado por utilizar unos acabados y texturas que potencian la calidez y luminosidad de los espacios. El mobiliario y distribuidor de los distintos ámbitos, se ha realizado en su totalidad mediante de tablero paneles multicapa de contrachapado técnico de abedul blanqueado calibrado y lijado por ambas caras. Se introduce un sistema de dobles cortinas, traslucidas para proteger la privacidad y opacas de color turquesa como oscurecimiento que además sirven para complementar la compartimentación del espacio continuo entre el estar y la zona de estudio.
En base a lo anterior se han preservado la mayoría de los pavimentos, la tarima existente en toda la vivienda, a la vez que el pavimento de piezas cerámicas hexagonales de la cocina, los baldosines del lavadero etc. Además, la huella dejada por el derribo de las particiones interiores se ha rellenado con un pavimento de acabado en cemento pulido, y junto con la huella de los falsos techos desmantelados, deja una serie cicatrices a modo de recordatorios o memoria de la anterior distribución. Estas huellas actúan como sutiles organizadores de los espacios en su mayoría abiertos, como en el caso de la cocina, y dotan de mayor riqueza material a la reforma. Debido a esta estrategia gran parte de las instalaciones discurren vistas sobre las cicatrices de la vivienda utilizándose también como elementos compositivos. Como parte del palimpsesto se recuperan ciertos elementos como las vidrieras coloreadas del recibidor y se mantiene la composición de las carpinterías originales de la edificación, algo que lamentablemente no ha sido respetado en el resto de la fachada.
Partiendo de la reinterpretación domestica de la idea del schaulager de mirar y almacenar la intervención trasforma la oscura y compartimentada vivienda existente en un continuo luminoso, versátil y permeable que introduce la luz y las vistas de la fachada principal hasta el rincón más alejado de la misma, y lo hace sin renunciar a la memoria de lo pre-existente, sino incorporándola como un estrato más.