Todos los apartamentos se han proyectado tratando de conseguir unos espacios lo más versátiles posible para adaptarse a los distintos usuarios, situaciones y niveles de ocupación. Estos espacios primordialmente diáfanos son todos ellos compartimentables mediante tabiques móviles, adaptándose a las distintas necesidades y perfiles de sus usuarios. Así durante el día pueden permanecer prácticamente como un único espacio de generosas dimensiones y durante la noche sectorizarse en distintas estancias si el número de ocupantes y las necesidades de privacidad de los mismos así lo requieren.
Se ha tratado de conseguir, a pesar de las limitaciones de superficie, unos espacios lo más amplios y luminosos posibles. Todas las estancias excepto los aseos se vuelcan hacia el exterior y están acabados en blanco, incluso los paneles móviles, el mobiliario fijo de cocinas y la estructura de madera original, a fin de maximizar esa sensación de espacio y aprovechar la luz que incide en las mismas. En contraste los locales húmedos, los aseos y frentes de cocina se proyectan acabados en un elegante gres porcelánico gris oscuro o grafito. Esta estrategia adoptada para potenciar la sensación de luz y espacio al entrar en el espacio abierto de los apartamentos, se ha llevado al extremo en la transición del vestíbulo principal, acabado en todas sus superficies en elegantes tonos de color gris oscuro e iluminado únicamente por luces difusas que bañan las puertas, a la luminosidad y blancura de los apartamentos.
Ya que la intención de los promotores es que los apartamentos puedan ser usados para distintos funciones que van desde el uso como residencia turística o vacacional, al uso más ligado al trabajo o a los viajes de negocios, pasando por la organización de eventos de distintas clases, se ha optado por diseñar parte del mobiliario, como elementos fácilmente ocultables y escamoteables que permiten distintas configuraciones del espacio en función de su uso concreto. Así se plantea que las camas se puedan ocultar fácilmente plegadas en armarios, e incluso se ha proyectado en el apartamento A un plenum que sirve para deslizar la cama en su interior favoreciendo que el espacio quede completamente diáfano y libre de mobiliario. En esta filosofía se pueden enmarcar los elementos de celosía proyectados para poder ocultar los frentes de cocina de los apartamentos cuando estos no se están usando. Estas celosías correderas compuestas por finas láminas de aluminio de distintas anchuras onduladas a mano y dispuestas sobre bastidores metálicos, se plantean como elementos singulares que aportan una personalidad propia a los apartamentos. Otro de los elementos característicos de la propuesta se ha planteado en las mamparas de vidrio que separan los aseos de las estancias principales, que se convierten, mediante unas láminas de vinilo impresas, en unas cajas de luz en las exponer tres grandes fotografías artísticas.