La pasarela peatonal para el mirador de Amabirjinabista en Deba se propone para dar continuidad al sendero del litoral “Talaia” y GR 121, en el único punto negro de su recorrido por la costa de Gipuzkoa. Este punto negro surge de la obligación de cruzar la N-634 entre la depuradora y la ermita de Santa Katalina, cruce que en la actualidad se produce sobre el propio lecho de la carretera, en plena curva y con escasa visibilidad, además de entronques en pendiente que suponen un evidente riesgo de atropello. Siendo una ruta homologada resulta llamativa la presencia de este obstáculo, que la presente propuesta presente solventar mediante un paso elevado peatonal sobre la carretera.
La pasarela aprovecha la situación privilegiada del mirador de Amabirjinabista con sus impresionantes vistas para crear un punto de observación elevado que no solo sirve a los caminantes sino a los también a los usuarios de la N-634 que se detienen en el mirador. Para favorecer esta función de observatorio se ha dotado a la pasarela de un espacio protegido y semicubierto, un espacio para descansar, ya sea a la sombra o protegido del viento y la lluvia. Este espacio como el resto de la pasarela se reviste con lamas de madera dispuestas en vertical.
La estructura de la pasarela se resuelve mediante unas vigas en celosía de madera integradas en los antepechos de la misma y con su mismo canto. Estas celosías se ocultan tras una piel de lamas de madera al exterior. Los apoyos de hormigón armado, enfatizan la separación material de la pasarela horizontal y sus soportes verticales para favorecer la percepción de ligereza de la pasarela en sí.
La estructura se compone de dos elementos, la pasarela propiamente dicha y las escaleras de acceso a la misma. Las escaleras suben desde la cota 82.00 a una altura de 5.75 en tres tramos. La pasarela horizontal, con un galibo de 5,50 metros sobre la carretera, desemboca en la ladera opuesta a cota 87.75 en la zona más favorable para la continuación del camino con un sendero de menor pendiente.
El material elegido para el diseño de la pasarela, la madera, es fiel al espíritu del recorrido en el que se integra. El resto de las instalaciones de obra civil del son igualmente de madera, idónea por su versatilidad, su atractivo estético y su costo, además de ser un material renovable y de bajo consumo energético durante su manipulación y el menos impactante en el medio natural.